Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. (4) Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que el poder de Cristo (i) descanse sobre mí.

(4) Concluye que solo contrapondrá sus miserias a las vanas fanfarronadas de los falsos apóstoles, y con esto también se excusa, porque por sus problemáticas fanfarronadas se vio obligado a hablar tanto de esas cosas como lo hizo. Es decir, porque si su apostolado fuera subvertido, su doctrina necesariamente caería.

(i) Para sentir el poder de Cristo cada vez más: porque cuanto más débiles son nuestros tabernáculos, más aparece en ellos el poder de Cristo.

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