Tu padre (b) agravó nuestro yugo; ahora, pues, alivia un poco la penosa servidumbre de tu padre y el pesado yugo que puso sobre nosotros, y te serviremos.

(b) Es decir, nos trató con rudeza, parece que Dios endureció sus corazones, de modo que murmuraron sin causa, lo que declara también la inconstancia del pueblo.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad