Pero, ¿quién podrá construirle una casa, si el cielo y el cielo de los cielos no pueden contenerlo? ¿Quién [soy] entonces, para que le edifique una casa, salvo sólo para quemar (b) sacrificios delante de él?

(b) Es decir, realizar el servicio que él ha ordenado, lo que significa que nadie puede honrar y servir a Dios con la perfección que su majestad merece.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad