Y sucedió que, apenas hubo terminado de ofrecer el holocausto, Jehú dijo a la guardia ya los capitanes: Entren, y mátenlos; que nadie salga. Y los hirieron a filo de espada; y la guardia y los capitanes los echaron, y fueron a la ciudad de la casa de Baal.

(k) Que estaba cerca de Samaria.

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