(17) Y ejerce todo el poder de la primera bestia delante de él, y hace que la tierra y sus habitantes (18) adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada.

(17) La historia de los hechos de esta bestia contiene en suma tres cosas, la hipocresía, el testimonio de milagros y la tiranía: de las cuales la primera se nota en este versículo, la segunda en los tres versículos siguientes: la tercera en el decimosexto y decimoséptimo versículo. Su hipocresía está llena de mentiras, con las que abusa tanto de la bestia anterior como del mundo entero: en el sentido de que, aunque con su astucia, por así decirlo, ha hecho de la bestia anterior un esqueleto o anatomía miserable, usurpó todo su autoridad para sí mismo y de la manera más descarada ejerce la misma en la vista y la vista de él: sin embargo, se comporta como si lo honrara con el más alto honor, y realmente lo hiciera ser reverenciado por todos los hombres.

(18) Porque a esta bestia de Roma, que del Imperio civil se convierte en una jerarquía eclesiástica, se le otorgan honores divinos y autoridad divina hasta ahora, ya que se cree que está por encima de las Escrituras, que la glosa de las Decretales declara por este verso diabólico. "Articulos solvit, synodumque facit generalem" Es decir, "Cambia los Artículos de fe y da autoridad a los Concilios generales".

Que se habla del poder papal. Así que la bestia es por nacimiento, fundación, hazaña y finalmente sustancia, una: solo el Papa ha alterado la forma y la manera de ella, siendo él mismo la cabeza tanto de ese imperio tiránico, como también de los falsos profetas: porque el imperio ha se lo tomó a sí mismo y le añadió este ingenioso dispositivo. Ahora bien, estas palabras, "cuya herida mortal fue curada" se colocan aquí por motivos de distinción, como también a veces después: para que incluso en ese momento, los lectores piadosos de esta profecía pudieran, mediante esta señal, ser inducidos a ver la cosa como presente: como si Se dijo que adorarían este mismo imperio que es ahora, cuya cabeza hemos visto en nuestra propia memoria cortada y curada de nuevo.

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