Y le fue dado (c) dominio, y gloria, y un reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieran: su dominio [es] un dominio eterno, que nunca pasará, y su reino [que ] que no será destruida.

(c) Esto se refiere al comienzo del reino de Cristo, cuando Dios el Padre le dio todo dominio, como el Mediador, con la intención de que él gobernara continuamente su Iglesia que está aquí en la tierra, hasta el momento en que él trajo ellos a la vida eterna.

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