Eclesiastés 1:1

Palabras del (a) Predicador, hijo de David, rey de Jerusalén.

El argumento: Salomón como predicador y que deseaba instruir a todos en el camino de la salvación, describe las vanidades engañosas de este mundo: que el hombre no debe ser adicto a nada debajo del sol, sino más bien inflamado con el deseo de la vida celestial. : por eso refuta sus opiniones, que ponen su felicidad en el conocimiento o en los placeres, o en la dignidad y la riqueza, deseando que la verdadera felicidad del hombre consista en estar unido a Dios y gozar de su presencia: de modo que todas las demás cosas deben ser rechazados, salvo en la medida en que nos ayuden a alcanzar este tesoro celestial, que es seguro y permanente, y que no se encuentra en ningún otro salvo en Dios solamente.

(a) A Salomón se le llama aquí predicador, o uno que reúne al pueblo, porque enseña el verdadero conocimiento de Dios y cómo los hombres deben pasar su vida en este mundo transitorio.