(17) Por tanto, yo también, después de oír de vuestra fe en el Señor Jesús, y amor a todos los santos,

(17) Vuelve al relato anterior del bien recibido de Dios, concluyendo dos cosas juntas acerca de las cosas que sucedieron antes: la primera es que todas las cosas buenas nos vienen de Dios Padre en Cristo, y por Cristo, para que por ellos puede ser alabado por nosotros. La segunda es que todas esas cosas (que él lleva a dos cabezas, es decir, la fe y la caridad) se incrementan en nosotros en ciertos grados, de modo que debemos desear un aumento de su gracia, de quien tenemos el principio, y de quien esperamos el fin.

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