Y [que] aumentó sus prostituciones: porque cuando vio hombres (g) retratados en la pared, las imágenes de los caldeos pintados con bermellón,

(g) Esto declara que no hay palabras capaces de expresar suficientemente la ira de los idólatras y por lo tanto el Espíritu Santo los compara aquí con aquellos que en su amor furioso y lujurias inmundas adoran las imágenes y pinturas de aquellos a quienes codician.

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