(8) Que vuestra conversación sea únicamente como conviene al evangelio de Cristo: para que, ya sea que vaya a veros o esté ausente, pueda oír hablar de vuestros asuntos, para que (o) permanezcáis firmes en un solo espíritu, con una sola mente luchando juntos por la fe del evangelio;

(8) Habiendo escrito antes estas cosas a modo de prefacio, desciende ahora a las exhortaciones, advirtiéndoles en primer lugar que consientan tanto en la doctrina como en la mente, y después, que estando así unidos con esos lazos comunes, continúan a través de la fuerza de la fe para soportar toda adversidad de tal modo que no permitan nada indigno de la profesión del Evangelio.

(o) La palabra significa permanecer firmes, y es propio de los luchadores, que permanecen firmes y no mueven los pies hacia atrás en absoluto.

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