Y cuando Jacobo, Cefas y Juan, que (g) parecían ser pilares, percibieron la gracia que me había sido dada, nos dieron a mí ya Bernabé las manos justas de compañerismo; para que vayamos a las naciones, y ellas a la circuncisión.

(g) A quien solo y solo estos hombres cuentan como pilares de la Iglesia, y de cuyo nombre abusan para engañarlo.

(h) Nos dieron la mano para mostrar que estábamos totalmente de acuerdo con la doctrina del Evangelio.

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