Y volviéndose hacia ella por el camino, le dijo: Te ruego que vengas, déjame entrar a ti; (porque él (e) no sabía que ella [era] su nuera.) Y ella dijo: ¿Qué me darás para que entres a mí?

(e) Dios lo cegó milagrosamente para que no pudiera reconocerla por su voz.

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