(11) Y cuando sus amos vieron que la esperanza de sus ganancias se había desvanecido, agarraron a Pablo y a Silas, y los llevaron a la plaza a los gobernantes,

(11) La codicia de la ganancia maligna y del provecho es una ocasión para perseguir la verdad. Mientras tanto, Dios que perdona a Timoteo, llama a Pablo y Silas como los más fuertes para la batalla.

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