Levanta tus ojos a los cielos y mira abajo a la tierra; porque los cielos se desvanecerán como humo, y la tierra se envejecerá como un vestido, y sus habitantes morirán de la misma manera; pero mi salvación será Sea para siempre, y mi justicia no será abolida.

(g) Les advierte de los horribles cambios y mutaciones de todas las cosas, y cómo preservará su iglesia en medio de todos estos peligros.

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