Y sucedió que en el mismo año, al comienzo del (a) reinado de
Sedequías rey de Judá, en el (b) año cuarto, [y] en el mes quinto,
[que] Hananías hijo del profeta Azur que era de (c) Gabaón, me
habló en la casa del SEÑOR, en presencia de los sacerdotes y de todo
el pueblo, diciendo:
(a) Cuando Jeremí... [ Seguir leyendo ]
Entonces el profeta Jeremías dijo al profeta Hananías en presencia
de los sacerdotes y en presencia de todo el pueblo que estaba en la
casa del SEÑOR:
(d) Era tan estimado aunque era un falso profeta.... [ Seguir leyendo ]
Incluso el profeta Jeremías dijo: Amén; así lo haga el SEÑOR;
cumpla el SEÑOR tus palabras que profetizaste, para hacer volver los
utensilios de la casa del SEÑOR y todos los que fueron llevados
cautivos de Babilonia a este lugar.
(e) Es decir, desearía lo mismo para el honor de Dios y la riqueza d... [ Seguir leyendo ]
Los profetas que han sido antes de mí y antes de ti (f) profetizaron
tanto contra muchos países como contra grandes reinos, de guerra, del
mal y de la pestilencia.
(f) Es decir, que los profetas que denunciaron la guerra o la paz
fueron probados como verdaderos o falsos por el éxito de sus
profecía... [ Seguir leyendo ]
Entonces el profeta Hananías quitó el yugo del cuello del profeta
Jeremías y lo rompió.
(g) Esto declara la insolencia de los malvados asalariados que no
tienen celo por la verdad, pero que son conducidos con la ambición de
obtener el favor de los hombres y, por lo tanto, no pueden tolerar a
nadie... [ Seguir leyendo ]
Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel; He
puesto yugo de hierro sobre el cuello de todas estas naciones, para
que sirvan a Nabucodonosor, rey de Babilonia; y le servirán; y
también le he dado las bestias del campo.
(h) Es decir, una servidumbre dura y cruel.
(i) Significa que... [ Seguir leyendo ]
De modo que el profeta Hananías (k) murió el mismo año en el
séptimo mes.
(k) Al ver esto era evidente a los ojos de la gente y, sin embargo, no
regresaron al Señor, es evidente que los milagros no pueden
conmovernos, ni la palabra misma, a menos que Dios toque el corazón.... [ Seguir leyendo ]