(a) Porque a causa de la ira del SEÑOR sucedió en Jerusalén y Judá, hasta que los echó de su presencia, que Sedequías se rebeló contra el rey de Babilonia.

(a) Así que el Señor castigó el pecado por el pecado y lo entregó a su corazón rebelde, hasta que trajo al enemigo sobre él para llevarlo a él y a su pueblo.

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