Por tanto, los hijos de Israel no pudieron estar delante de sus enemigos, [sino] dieron la espalda a sus enemigos, porque eran anatemas; ni yo estaré más con ustedes, a menos que (f) eliminen a los malditos de en medio de ustedes.

(f) Entonces, permitir la impiedad sin castigo, es rechazar a Dios voluntariamente.

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