Ni (i) de mano de extraño ofreceréis el pan de vuestro Dios de ninguno de estos; porque su corrupción está en ellos, y sus defectos están en ellos: no te serán aceptados.

(i) Ninguna cosa imperfecta recibirás de un extraño, para hacerla ofrenda del Señor, a lo que él llama el pan del Señor.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad