(2) Y cuando Jesús entró en Capernaum, se le acercó un centurión, suplicándole,

(2) Cristo, al presentarles el ejemplo del centurión incircunciso y, sin embargo, de una fe excelente, provoca a los judíos a celos, y juntos les advierte de que serán desechados y de la vocación de los gentiles.

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