No castigaré a tus hijas cuando cometan fornicación, ni a tus cónyuges cuando cometan adulterio: porque se separan con prostitutas y sacrifican con prostitutas; por tanto, el pueblo que no entiende caerá.

(q) No corregiré tu vergüenza para llevarte a una vida adecuada, pero te dejaré correr precipitadamente hacia tu propia condenación.

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