(3) Porque Cristo [es] el (c) fin de la ley para justicia a (d) todo aquel que cree.

(3) La prueba: la ley misma apunta a Cristo, que los que creen en él deben ser salvos. Por tanto, el llamamiento a la salvación por las obras de la ley es vano y necio; pero Cristo es ofrecido para salvación a todo creyente.

(c) El fin de la ley es para justificar a los que guardan la ley; pero como no observamos la ley por culpa de nuestra carne, no logramos este fin; pero Cristo sana esta enfermedad, porque él cumple el ley para nosotros.

(d) No solo a los judíos, sino también a los gentiles.

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