(9) No debáis a nadie nada, sino amaros unos a otros: (10) porque el que ama al prójimo, ha cumplido la (g) ley.

(9) Él muestra cuán pocos juicios necesitan ser ejecutados, es decir, si ordenamos nuestra vida de tal manera que nadie pueda exigirnos justamente nada, además de lo que nos debemos unos a otros, por la ley perpetua de la caridad.

(10) Elogia la caridad como una declaración concisa de toda la ley.

(g) No solo ha cumplido un mandamiento, sino que ha cumplido en general lo que manda la ley.

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