(9) Por tanto, tengo de qué gloriarme por medio de Jesucristo en las cosas que son de Dios.

(9) El elogia su apostolado por los efectos, pero de tal manera que, aunque habla todas las cosas con verdad, da toda la gloria a Dios como el único autor: y no lo hace por sí mismo, sino más bien esto, para que los hombres duden menos de la verdad de la doctrina que él les propone.

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