(12) Sin embargo, la muerte reinó desde Adán hasta Moisés, incluso sobre (q) los que no habían pecado después de la (r) semejanza de la transgresión de Adán, (13) quien es la figura del que había de venir.

(12) Pero que esta ley no era la ley universal, y que la muerte no procedió de ningún pecado real de todos en particular, parece por esto, que los mismos infantes que nunca pudieron conocer ni transgredir esa ley natural, sin embargo, están muertos. así como Adam.

(q) Nuestros bebés.

(r) Ni según la manera de pecar de los mayores, siguiendo sus concupiscencias; sin embargo, toda la posteridad se corrompió en Adán cuando pecó consciente y voluntariamente.

(13) Ahora bien, el primer Adán corresponde al segundo, que es Cristo, como se declara después.

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