Oh Dios, los soberbios se han levantado contra mí, y las asambleas de violentos [hombres] han buscado mi alma; y no te he puesto delante de ellos.

(k) Muestra que no puede haber moderación ni equidad donde reinan orgullosos tiranos, y que la falta del temor de Dios es un privilegio para todo vicio y crueldad.

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