CONTENIDO
La historia de los dos reinos se continúa de nuevo a lo largo de este
capítulo. La primera parte relata la historia de dos reyes de Judá;
Abijam y Asa. Y la última parte del capítulo registra la historia de
dos reyes de Israel; Nadab y Baasa.... [ Seguir leyendo ]
(1) En el año dieciocho del rey Jeroboam hijo de Nabat, reinó Abiam
sobre Judá. (2) Reinó tres años en Jerusalén. Y el nombre de su
madre era Maaca, hija de Abisalom. (3) Y anduvo en todos los pecados
que su padre había cometido antes de él; y su corazón no fue
perfecto para con Jehová su Dios, como... [ Seguir leyendo ]
(4) Sin embargo, por amor de David, el SEÑOR su Dios le dio una
lámpara en Jerusalén, para levantar a su hijo después de él y
afirmar a Jerusalén; (5) Porque David hizo lo recto ante los ojos del
SEÑOR, y no se apartó de nada de lo que le había mandado en todos
los días de su vida, excepto sólo en e... [ Seguir leyendo ]
(6) Y hubo guerra entre Roboam y Jeroboam todos los días de su vida.
(7) Los demás hechos de Abiam y todo lo que hizo, ¿no están
escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Judá? Y hubo
guerra entre Abiam y Jeroboam. (8) Y durmió Abiam con sus padres; y
lo sepultaron en la ciudad de David;... [ Seguir leyendo ]
(9) Y en el año veinte de Jeroboam rey de Israel reinó Asa sobre
Judá. (10) Y reinó cuarenta y un años en Jerusalén. Y el nombre de
su madre era Maaca, hija de Abisalom. (11) E hizo Asa lo recto ante
los ojos de Jehová, como David su padre. (12) Y quitó de la tierra a
los sodomitas, y quitó todos lo... [ Seguir leyendo ]
(25) Y Nadab hijo de Jeroboam comenzó a reinar sobre Israel en el
segundo año de Asa rey de Judá, y reinó sobre Israel dos años.
(26) E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, y anduvo en el camino de
su padre, y en su pecado con que hizo pecar a Israel. (27) Y Baasa
hijo de Ahías, de la casa de Isaca... [ Seguir leyendo ]
REFLEXIONES
MIENTRAS leo acerca de las miserias de la guerra, y veo en la
sucesión de reyes, como lo que se representa aquí en este capítulo,
uno levantándose para la destrucción de otro; Cuán dulce y gracioso
es para mi mente un alivio al contemplar a aquel de quien el profeta,
envejecido antes de... [ Seguir leyendo ]