CONTENIDO
La historia de la persecución de David por parte de Saúl continúa
al comienzo de este capítulo. Pero, en esta persecución, el Señor
puso a Saúl en manos de David: sus seguidores aconsejan a David que
aproveche la ventaja; pero David se niega. Sin embargo, aprovecha la
ocasión para protest... [ Seguir leyendo ]
(1) Y sucedió que cuando Saúl volvió de seguir a los filisteos, se
le informó, diciendo: He aquí David está en el desierto de Engedi.
(2) Entonces Saúl tomó tres mil hombres escogidos de todo Israel, y
fue a buscar a David y a sus hombres sobre las peñas de las cabras
montesas.
Qué vista tan terrib... [ Seguir leyendo ]
(3) Y llegó a los rebaños del camino, donde había una cueva; y
entró Saúl para cubrirse los pies; y David y sus hombres se quedaron
a los lados de la cueva.
Cubrirse los pies, en estos países cálidos, probablemente signifique
dormir (aunque algunos han pensado que es otro alivio de la
naturaleza).... [ Seguir leyendo ]
(4) Y los hombres de David le dijeron: He aquí el día en que Jehová
te dijo: He aquí, entregaré a tu enemigo en tus manos, para que le
hagas como bien te pareciere. Entonces David se levantó y cortó en
secreto la falda del manto de Saúl. (5) Y sucedió después, que el
corazón de David lo golpeó, porq... [ Seguir leyendo ]
(8) David también se levantó después, salió de la cueva y clamó
detrás de Saúl, diciendo: Mi señor el rey. Y cuando Saúl miró
hacia atrás, David se inclinó con el rostro a tierra y se inclinó.
(9) Y David dijo a Saúl: ¿Por qué oyes palabras de hombres, que
dicen: He aquí, David busca tu mal? (10) He... [ Seguir leyendo ]
(16) Y sucedió que cuando David terminó de hablar estas palabras a
Saúl, Saúl dijo: ¿Es esta tu voz, hijo mío David? Y Saúl alzó la
voz y lloró. (17) Y dijo a David: Más justo eres tú que yo, porque
me has recompensado con el bien, mientras que yo con el mal te he
recompensado. (18) Y tú has mostrad... [ Seguir leyendo ]
REFLEXIONES
LEE, alma mía, en el carácter de este rey de Israel engañado,
miserable e insensato, la triste historia de todo hombre no renovado,
por naturaleza. Ciego a todo su propio interés real y felicidad; y
entregándose a obrar toda malicia con codicia. Y no todos los hombres
en este estado van... [ Seguir leyendo ]