(24) Y David consoló a Betsabé su mujer, y fue a ella, y durmió con ella; y ella dio a luz un hijo, y llamó su nombre Salomón; y el SEÑOR lo amó. (25) Y envió por mano del profeta Natán; y llamó su nombre Jedidías, a causa del SEÑOR.

Cuando recordamos que de este tema, según la carne, vino Cristo, cuán misteriosos e inescrutables son los caminos de Dios. Es un tema que desafía nuestra atención, y al mismo tiempo nuestra reverencia, que en dos o tres ocasiones el Señor se complació en marcar el descenso del Señor Jesús, como para humillar todo orgullo humano y derribar todo el orgullosos razonamientos de los hombres. Rahab la ramera; Rut, la damisela moabita; y Betsabé, la esposa infiel de Urías, eran de la raza escogida de la cual, según la carne, surgió el Señor y Salvador de nuestra naturaleza.

¡Seguramente! aquí, si en algún lugar, se puede decir, los caminos del Señor no son nuestros caminos, ni sus pensamientos nuestros pensamientos. Ver Mateo 1:5 ; Rut 4:17 ; Rut 4:17 . Salomón significa pacífico: Jedidiah, amado del Señor. Y en esto descubrimos el fundamento de este nombre, siendo un tipo tan llamativo en muchos casos de aquel que es el Jedidiah, el unigénito y amado Hijo de su Padre, lleno de gracia y de verdad.

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