REFLEXIONES

TODOPODEROSO Dios y Padre! Que todos, a quienes el Espíritu Santo ha hecho ministros al servicio de la Iglesia de Jesús, escuchen el solemne mandato de Pablo a Timoteo, de incitar a la fidelidad en su suprema vocación. Y, nada menos, ¡Jesús Todopoderoso! que la expectativa segura de tu aparición y de tu reino, para juzgar a vivos y muertos, despierte a los tales, para que sean diligentes en tu servicio hasta tu venida. ¡Señor! concédeles la gracia de predicar la palabra y de ser constantes, a tiempo y fuera de tiempo; y especialmente en estos tiempos espantosos, cuando se habla mal del camino de la verdad y los hombres no toleran la sana doctrina. Y, ¡oh! Bendito y Espíritu Todopoderoso de toda verdad, guarda, guía, dirige e instruye a toda tu familia; para que el corazón de tu pueblo no se vuelva a fábulas.

Bendito sea un fiel Dios de la Alianza en Cristo, por el cumplimiento de su fiel promesa, en el caso de Pablo, al dar tal pastor, conforme a su propio corazón. La Iglesia de Dios bendiga al Señor por los servicios de este hombre, en todas sus labores pasadas; y en toda su utilidad futura. ¡Oh! Concede, Señor, que todos tus fieles, ya sean ministros o pueblo, como Pablo, y por la misma causa, vivan y mueran en la plena certeza de la fe, en espera de la corona de justicia que el Señor el justo Juez ¡Daré en ese día a todos los que aman la venida de nuestro Señor!

Alabanzas al Padre, al Hijo y al Espíritu por esta y todas las otras porciones preciosas de la palabra de Dios; hacer a la Iglesia, bajo la enseñanza divina, cada vez más familiarizada con la Persona y la gloria de Jesús, para la felicidad de la vida que ahora es y la que ha de venir. Amén.

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