EL PROFETA AMOS
OBSERVACIONES GENERALES
EL profeta Amós ha proporcionado a la Iglesia una profecía más copiosa que la de Joel, pero el significado de sus escritos es muy similar.
El nombre Amos, que significa Burthen; o como algunos lo hacen, cargando o pesado, de Omas; no era inadecuado para la importancia de los escritos de Amós, que ciertamente son muy pesados y poderosos. Se supone que era de Tecoa en Judá, como a cuatro leguas de Jerusalén; pero no hay certeza sobre este punto. Y se supone que su ministerio fue inmediatamente posterior al de Joel. De hecho, tenemos el reino en el que tuvo lugar; pero a menos que tuviéramos el período mismo del terremoto del que él habla en la primera apertura de su profecía, no es muy fácil determinar el momento exacto.
Tampoco es imprescindible en una obra de este tipo. El tema de su profecía y las evidentes marcas de inspiración con las que se acompaña el Libro mismo, se convierten en puntos de mucho mayor importancia a considerar. El alcance principal de Amós, en esos capítulos, está dirigido a la reprensión de las naciones en general, e Israel en particular. Be habla directamente de los juicios que pesaban sobre la cabeza de ambos, y desde la solemne perspectiva los llama a volverse al Señor.
Pero lo que deseo más fervientemente que el Lector me comente es el dulce final de su profecía, en la brillante perspectiva de la venida del SEÑOR JESÚS a su reino. Aquí Amós parece elevarse a un mayor grado de belleza y plenitud en su profecía; y como habían hecho los otros Profetas, bajo varias figuras; en representar el advenimiento y el reinado del Mediador; de modo que Amós asegura a Israel que el Señor los plantará en su propia tierra y que nunca más serán arrancados o destruidos.
El Señor el ESPÍRITU, esté con el Escritor y el Lector de este Comentario, durante toda la profecía de Amós, para que podamos encontrarlo, como todos sus contemporáneos, dando testimonio de JESÚS, y de la palabra de su gracia, que a él Testifiquen todos los profetas, que todo aquel que crea en él recibirá remisión de los pecados. Amén.