Los centinelas que andaban por la ciudad me encontraron, me golpearon, me hirieron; los guardianes de los muros me quitaron el velo.

Ya se han hecho algunas observaciones sobre los centinelas que encontraron la Iglesia. Cantares de los Cantares 3:3 . De modo que en esa parte no necesito ampliar. Pero hiriéndola; y los guardianes de las murallas le quitan el velo, quizá convenga añadir un poco a modo de explicación.

Si los centinelas de los que se habla aquí tenían la intención de representar a los siervos fieles del Señor, tal vez esas expresiones tengan la intención de mostrar que no escatimaron en la agudeza del habla, sino que la amonestaron por su conducta inapropiada y le quitaron toda la excusa. Isaías 58:1 , etc.

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