Todas estas son tantas hermosas repeticiones de la misericordia y el amor de DIOS hacia su pueblo. Quisiera pedirle al Lector en este lugar que me comente cómo el ESPÍRITU SANTO, por su siervo Moisés, ha alterado la frase concerniente a JEHOVÁ. En los capítulos anteriores, mientras el SEÑOR presenta sus denuncias contra la rebelión de Israel, se le proclama en su gran e incomunicable carácter de JEHOVÁ. Pero en este capítulo, cuando se le ordena a Moisés que lo proclame en su relación de pacto, como un DIOS de gracia, se le llama, no menos de doce veces, JEHOVÁ ALEHIM; ese es el SEÑOR tu Dios. Cuán delicioso es contemplar a DIOS bajo este precioso título y conocer nuestro interés en él.

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