CONTENIDO
El Señor todavía está por Su siervo el Profeta predicando a Israel.
Aquí usa similitudes. Bajo la figura de una viña no apta para
madera, muestra la inadecuación de Jerusalén, en su estado seco y
marchito, para cualquier bien.... [ Seguir leyendo ]
La figura de un árbol de vid se elige con mucha alegría para
describir lo que el Señor quiso enseñar al Profeta sobre Jerusalén.
La vid en su estado floreciente es quizás el más exuberante y
prolífico de todos los árboles del jardín. Pero cuando esa
fecundidad se interrumpe o se estropea, el tierno... [ Seguir leyendo ]
Aquí, como en otras partes de la palabra de Dios, encontramos juicio
tras convicción. El Señor parece protestar, por así decirlo, en el
mismo idioma que otro Profeta: Y ahora, habitantes de Jerusalén y
hombres de Judá, juzgad, os ruego, entre mi viña y yo. ¿Qué más
se le podría haber hecho a mi viña... [ Seguir leyendo ]
REFLEXIONES
PRECIOSO Señor Jesús! ¿Quién puede leer este capítulo y recordar
tu maravillosa condescendencia al llamarte a ti mismo la vid, sin
conectar con ella la seguridad eterna de tu pueblo en ti? Tú, amado
Señor, fuiste la vid verdadera plantada a la diestra del Señor. Tú
eras la rama del crec... [ Seguir leyendo ]