Ezequiel 20:4-7

El Señor parece apelar al Profeta para que su juicio decida la equidad de la causa del Señor; y, para permitirle al Profeta hacerlo, el Señor entra en su historia, desde la servidumbre de Israel en Egipto, desde el primer momento en que el Señor los formó en una Iglesia, cuando les prometió Canaán. Hay una gran belleza en la expresión del espionaje de Canaán por parte del Señor. Del Señor es la tierra y su plenitud.

Pero ver a Canaán como la gloria de todas las tierras, significa que allí el Señor daría a conocer Su presencia más especial, y allí fijaría Su santuario entre ellos. Ruego al lector que observe y se dé cuenta conmigo de las diversas partes de la misericordia divina. La misma elección de Israel, y formarlos en una Iglesia como Su pueblo, resultó de Su propia misericordia soberana y libre. Deuteronomio 7:7 . Y la manifestación que el

El Señor hizo de sí mismo para Israel se originó por completo en Su propia mente, ningún mérito de ellos lo movió a ello. Su celebración de un pacto con ellos y la seguridad que dio de su favor, todas estas eran evidencias de la misericordia divina, y totalmente para ser referidas a su propia voluntad y placer soberanos. Malaquías 1:2 ; Romanos 9:15 .