REFLEXIONES

¡LECTOR! he aquí Egipto humillado por todos sus pecados y todas sus opresiones sobre Israel. ¡Piense en cuánto tiempo y cuán penosas fueron sus crueldades sobre la herencia del Señor! Pero su tiempo ha llegado, y ¡ay del opresor cuando Dios se levante! ¡Oh! cuán seguro y cierto es que Jesús dará cuenta de todos los enemigos de su pueblo; tarde o temprano el Señor les dará siete veces más en su regazo.

¡Lector! sin embargo, no pase por alto la gracia de Dios en la humildad del hombre. Si Egipto es visitado por gracia, Egipto será rescatado de su cautiverio. El Señor puede, y el Señor ha dicho que lo hará, levantar un altar al Señor en medio de Egipto; y cuando clamen a causa de los opresores, el Señor les enviará un Salvador, y uno grande, y él los entregará. ¡Precioso Señor Jesús! ¿Qué no podemos esperar de ti y de tu gran salvación? Cuando el Señor Jehová haga brotar el cuerno de la casa de Israel, y Jesús se levante para bendecir a sus redimidos, Israel será el tercero con Egipto y con Asiria, una bendición en medio de la tierra que Jehová Los ejércitos bendecirán, diciendo: ¡Bendito sea Egipto mi pueblo, y Asiria obra de mis manos, e Israel mi heredad! Amén.

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