CONTENIDO

En la apertura de este Capítulo, la historia de Jacob parece iluminarse con la renovación de las visitas divinas a él. Pero, en el transcurso del Capítulo, tenemos la triste noticia de la muerte de su familia. Tal es el estado mixto del peregrinaje más feliz. El Patriarca, por orden del SEÑOR, se traslada de Siquem a Betel. Llegando allí, edifica un altar a Jehová: Débora, la nodriza de su madre, muere en Betel, y es sepultada allí: Dios visita nuevamente a Jacob y renueva la seguridad de su favor: Jacob levanta una columna en señal de ello: prosigue su viaje: por la forma en que le suceden nuevas calamidades, porque su amada Raquel muere en la cama de niño de Benjamín: perpetúa su memoria erigiendo un pilar: aún persiguiendo su ruta hacia la casa de su padre Isaac, se produce un nuevo caso de dolor; por Rubén su hijo mayor, comete incesto con la concubina de su padre. Se mencionan los hijos de Jacob: llega a casa de su padre Isaac, en Mamre. Isaac muere en una buena vejez y es sepultado por el afecto conjunto de Jacob y Esaú.

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