Proverbios 11:26

REFLEXIONES

¡Lector! dos o tres cosas, a modo de Providencia, deberían afectar su corazón al leer este Capítulo. ¡Mira qué seguros están sus intereses, por mucho que parezcan olvidados, cuyas preocupaciones están en manos divinas! Y cuánto de eso, debe ser el estudio de los fieles el estar atentos a las obras del SEÑOR en todos los eventos de su vida; convencidos de esto, que aquellos que humildemente velan y confían en un DIOS misericordioso, para el cumplimiento de todas las promesas de su pacto, nunca querrán que un DIOS fiel los vele y los cuide.

Pero sólo con esos puntos de vista providenciales, no permita que el lector cierre su meditación de este capítulo. También está al alcance de la mano una visión de la gracia. Y si desde la exaltación de José a la diestra de Faraón, el ESPÍRITU de DIOS dirige nuestros ojos al SEÑOR JESÚS, a la diestra del poder, en cuyas manos omnipotentes está confiada la soberanía de la gracia; aquí veremos en verdad, un verdadero Zaphnath-paaneah: ¡un consejero maravilloso! ante el cual se postrarán todas las naciones, cuyo reino es un reino eterno, y cuyo dominio perdura por todos los siglos.

¡Oh! Tú, gran proveedor de todas las necesidades de tu pueblo, inclina nuestros corazones por tu gracia para venir a ti en busca de comida. Y puesto que no hay nadie más que tú que tenga palabras de vida eterna, nadie tan discreto y sabio como tú: sé tú nuestra sabiduría, justicia, santificación y redención. Tú serás nuestro señor y gobernador, y de acuerdo con tu palabra, así sean gobernadas nuestras almas. Siempre quisiéramos doblar la rodilla ante ti; y no sólo los nuestros, sino toda lengua, confiese que tú eres JESUCRISTO el SEÑOR, para gloria de DIOS el PADRE.

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