REFLEXIONES

¡Lector! he aquí en este capítulo una verdadera representación de la iglesia de Jesús en todas las edades. En un punto de vista perseguido, y mientras los amigos del novio son abatidos, el enemigo triunfa con mano alta. En otro, como Samaria, donde la palabra de Dios se predica fielmente y se recibe con gracia, hay un gran gozo en ese lugar. Mira, en oposición a la fidelidad de Pedro y Juan, la hechicería y la hipocresía de Simón el Mago; y marcar en todas las iglesias efectos similares, por el contraste de la gracia y la corrupción; Cristo y Belial.

¡Bendito Jesús! que la dulce vista que ofrece tu ojo vigilante sobre este etíope, que vino desde una gran distancia guiado por tu gracia para buscar al Señor, al enviar un mensajero especial tras él, sea lo más importante en los pensamientos de tu pueblo. Jesús ha dicho, y esta dulce Escritura lo confirma, todo lo que el Padre le ha dado, le vendrá. Y antes que uno de los pequeños de Cristo perezca por falta de conocimiento, el Señor los encontrará en el desierto; y cuando las ordenanzas fallan, el Señor obrará sin ellas.

¡Oh! por gracia, que todos los ministros enviados por el Señor, como Felipe, prediquen a Cristo al pueblo. Y ¡oh! para que todos aquellos a quienes el Señor se revele, como a este etíope, sigan gozosos como él su camino.

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