CONTENIDO

En este, y en los tres capítulos siguientes, el profeta está relatando algo de la historia de la Iglesia, y no está entregando una profecía. Él relata en este capítulo, el descenso del rey de Asiria sobre Judá; y se detiene en gran medida en la arrogante blasfemia de su general, el Rabsaces.

Isaías 36:1

Como el gran objetivo de este Comentario es llevar las escrituras a modo de explicación a las capacidades más humildes, y al mismo tiempo para adaptarse a los bolsillos más escasos; Creo innecesario decir más sobre este capítulo, que hacer referencia a lo que ya se ha ofrecido sobre esta misma historia, en el Comentario del hombre pobre, sobre el Segundo Libro de los Reyes. Si el Lector consulta lo dicho en 2 Reyes 18:1 ; 2 Reyes 19:1 y 2 Reyes 20:1encontrará lo que espero que el Señor bendiga para su lectura; a esa escritura, por lo tanto, y las observaciones sobre ella, lo remito: solo le ruego que resalte la importancia de la escritura misma, como historia, en la Iglesia de Dios, que no puede ser más evidente que a partir de esta única circunstancia, que Dios el Espíritu Santo ha hecho que se registre dos veces.

Mi motivo para pasarlo aquí, sin más observaciones, espero que el lector no se equivoque; es evitar repeticiones innecesarias y más bien conducir a la búsqueda de la enseñanza divina. Que el Señor, una y otra vez, bendiga su lectura, tanto al escritor como al lector, para la gloria divina y para nuestro avance en la salvación.

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