(1) В¶ ¿Sacarás al leviatán con un garfio? ¿O su lengua con una cuerda que soltaste? (2) ¿Puedes ponerle un garfio en la nariz? ¿O le atravesó la mandíbula con una espina? (3) ¿Te suplicará mucho? ¿Te hablará palabras suaves? (4) ¿Hará un pacto contigo? ¿Lo tomarás por siervo para siempre? (5) ¿Jugarás con él como con un pájaro? ¿O lo atarás para tus doncellas? (6) ¿Harán los compañeros un banquete con él? ¿Lo repartirán entre los mercaderes? (7) ¿Puedes llenar su piel con hierros de púas? ¿O su cabeza con lanzas de pescado? (8) Pon tu mano sobre él, recuerda la batalla, no hagas más. (9) He aquí, la esperanza en él es en vano: ¿no será abatido alguno ante sus ojos? (10) Nadie es tan feroz que se atreva a despertarlo: ¿quién, pues, podrá estar delante de mí?

Me quedo sin ofrecer un comentario aliado sobre esta descripción del Leviatán, ni entraré en una investigación sobre qué animal es el que aquí pretende el Leviatán: algunos han pensado que es el cocodrilo el que se pretende describir; y otros conciben que es la ballena; pero me parece de poca importancia preguntar. Es suficiente que sea una criatura de DIOS y, como tal, muestre en su formación el poder y la soberanía de DIOS.

Y la conclusión que se puede llegar a partir de la vista de una producción tan maravillosa, se hace mejor en las palabras del mismo Dios: 'Si un hombre temblara ante la idea de despertar a una criatura así, ¿quién podrá estar delante de DIOS? Si la cosa creada es tremenda, ¿cuál debe ser el gran Creador? '

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