"El hombre bueno del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo del mal tesoro saca cosas malas".

Hago una pausa en este versículo para observar, de una vez por todas, el sentido bíblico de un buen hombre. La palabra de Dios ha dicho expresamente que no hay bien, ni aun uno. Romanos 3:10 ; Romanos 3:10 ; Eclesiastés 7:20 ; Proverbios 24:16 ; Romanos 5:1 todas partes.

Por tanto, como palabra de Dios, no puede sino estar en perfecto acuerdo consigo misma, en todas sus partes; es evidente que por buen hombre se entiende uno que es regenerado y nacido de nuevo; uno que es renovado en el espíritu de su mente y justificado en Cristo Jesús. Pablo habla de eso. 1 Corintios 5:11 . De modo que este hombre difiere del hombre natural, sí, de lo que él mismo fue una vez, antes de que este acto soberano de gracia pasara por su mente; y por tanto ahora, del buen tesoro de su corazón, en Cristo; y de las gracias de su Espíritu Santo plantadas allí, él produce los frutos dulces y preciosos en la vida y la conversación, de la persona, obra y justicia de Jesús.

Filipenses 1:27 ; Salmo 66:16 .

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