El hijo necio es la desgracia de su padre, y las contiendas de la mujer son una gota continua. La casa y las riquezas son herencia de los padres, y la mujer prudente es del SEÑOR. La pereza arroja al sueño profundo; y el alma ociosa pasará hambre. El que guarda el mandamiento guarda su propia alma; pero el que menosprecia sus caminos, morirá. El que se compadece del pobre, presta al SEÑOR; y lo que ha dado, le volverá a pagar.

Castiga a tu hijo mientras haya esperanza, y no pierdas el alma por su llanto. El hombre de gran ira sufrirá castigo; porque si lo liberas, tendrás que volver a hacerlo. Escucha el consejo y recibe instrucción, para que seas sabio en tu fin. Hay muchos dispositivos en el corazón de un hombre; sin embargo, el consejo del SEÑOR permanecerá. El deseo del hombre es su bondad; y el pobre es mejor que el mentiroso.

El temor de Jehová tiende a vivir; y el que lo tiene, permanecerá satisfecho; no será visitado por el mal. El perezoso esconde la mano en su seno, y ni siquiera se la lleva a la boca. Hiere al escarnecedor, y el simple se cuidará; y reprende al que tiene entendimiento, y entenderá el conocimiento. El que destruye a su padre y ahuyenta a su madre, hijo es vergonzoso y afligido.

Deja, hijo mío, de escuchar la instrucción que hace errar las palabras del conocimiento. El testigo impío se burla del juicio, Y la boca del impío devora la iniquidad. Se preparan juicios para los escarnecedores y azotes para las espaldas de los necios.

No deseo exagerar el comentario por las razones antes expuestas. Y de hecho, si el lector está bajo la enseñanza divina, esto reemplazará todas mis observaciones. Pero espero que encuentre en todos estos versículos, más o menos, algo para llevar su mente a Cristo, y en Cristo para encontrar la aplicación más verdadera.

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