Es una trampa para el hombre que devora lo sagrado y, después de jurar, indagar. El rey sabio esparce a los impíos y hace que la rueda los derribe. El espíritu del hombre es la luz del SEÑOR que escudriña todo el interior del vientre. Misericordia y verdad guardan al rey, Y su trono está sostenido por la misericordia. La gloria de los jóvenes es su fuerza, y la hermosura de los ancianos, las canas. El azul de una herida limpia el mal; así azota las entrañas del vientre.

Bajo las diversas imágenes aquí representadas, el sabio pretende hacer valer la importancia infinita de las máximas que venía planteando y la felicidad de quienes las siguen.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad