EL LIBRO DE LOS PROVERBIOS
OBSERVACIONES GENERALES
Es notable que en los tres libros sagrados, de los cuales este es uno de ellos, escrito por Salomón, envía cada uno bajo tres títulos diferentes. Aquí se llama a sí mismo el hijo de David, rey de Israel. En el libro de Eclesiastés, recopila las palabras del Predicador, y en ellas toma el nombre del Rey de Jerusalén. Y en el Cantar de los Cantares, después de hablar en la portada de la excelencia del mismo, solo pone su nombre de Salomón.
Varias han sido las opiniones de los santos hombres de la antigüedad con respecto al tiempo en que se enviaron esas porciones de las Escrituras inspiradas. Algunos han pensado que todo fue escrito cuando estaba cerca de la muerte. Y otros han dicho que el libro de los Cantares fue escrito primero, y el libro de Eclesiastés al final; pero esto es ciertamente contrario al orden en el que están colocados en la Biblia, quizás alrededor de 980 años antes de Cristo.
No creo que sea necesario insistir en absoluto en el carácter de Salomón, porque el Espíritu Santo ha dado en gran medida su historia en el lugar que le corresponde; y los usos que se han de hacer de su historia también están claramente señalados; de modo que todo en este terreno sea reemplazado.
El período en el que se escribió este libro de Dios, no puede ser difícil de determinar. La época de la iglesia en la que vivió Salomón servirá para mostrar casi el tiempo en que esas preciosas frases y máximas fueron escritas. Lo que se dice de él en uno de los libros de los Reyes, puede satisfacer que fue en el momento en que sus facultades eran más brillantes y resplandecientes, cuando habló de los árboles desde el cedro que está en el Líbano, hasta el hisopo que brota. fuera de la pared; y vino gente a escucharlo.
El libro de los Proverbios en sí parece ser una colección de. las cosas más aprobadas 'pero eminentemente señalando en muchas partes a la Persona y el oficio de Cristo; de modo que cuando pasamos por el volumen santo, al leerlo, y descubrimos, a través de la enseñanza del Espíritu, los rasgos principales de Jesús: con frecuencia nos vemos obligados a gritar: Aquí hay un mayor que Salomón.
Sólo detendré al lector, antes de que entre en la lectura, para observar que este libro de instrucciones recibe gran sanción y autoridad del Señor Jesús, en cuanto al modo que se adopta aquí para transmitir las verdades divinas. Tanto era costumbre de Oriente enseñar de esta manera, que era la máxima universal, Y de conformidad con ella, nuestro adorado Señor en un tiempo, pronunció sus discursos tanto en parábolas, que se nos dice, sin un espacio de parábola él no a ellos.
Solo le ruego a Él, que es el Maestro Todopoderoso en su iglesia, que mientras leemos este y todos los demás libros sagrados de Dios, él nos dé tan bondadosamente un entendimiento correcto en todas las cosas, que mientras que para otros es solo en parábolas, se nos puede dar conocer los misterios del reino de los cielos; y que en ese conocimiento y disfrute, podamos encontrar la misma gracia que fue impartida a sus discípulos cuando dijo: Bienaventurados tus ojos porque ven, y tus oídos porque oyen.