REFLEXIONES

Cuán seguros, cuán ciertos e inalterablemente fijos son los caminos y propósitos de Jehová. Desde la eternidad el todo está ordenado en todas las cosas, y seguro; ya través de todo el tiempo-estado de la Iglesia, los propósitos de Dios se han cumplido y deben cumplirse. Como en la eternidad de la naturaleza del Señor, en sus ordenaciones no puede haber nada que pueda cambiar. Su soberanía es la regla de todas sus acciones, y su voluntad y placer la norma invariable del bien.

Dulcemente, en relación con su Iglesia, todo está planeado con sabiduría; y nada puede surgir que altere sus caminos hacia su pueblo. El amor electivo dio a luz a la Iglesia en Cristo. Y en el caso de Jacob y Esaú, se ha demostrado que no solo antes de que los niños hubieran hecho cualquier acto bueno o malo, sino que, para que el propósito de la elección se mantuviera, se dijo que el mayor debía servir al menor; de modo que la gracia electora preservó el amor electivo que había comenzado.

¡Lector! es muy bendecido cuando las orgullosas velas de la confianza humana ceden paso a los soberanos decretos de Dios; y saludamos los nombramientos de Dios como resultado del favor de Dios a su Iglesia en Cristo. ¡Oh! la profundidad de las riquezas, tanto de la sabiduría como del conocimiento de Dios. ¡Cuán insondables son sus juicios e inescrutables sus caminos!

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