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Aquí hay un Salmo, y es glorioso, en el que toda la iglesia, es más,
toda la tierra, está llamada a alabar a Jehová: por la creación, la
redención, la providencia y la gracia; y todas las bendiciones
relacionadas con el todo. Pocos son los extraños a este bendito
Salmo, quienes alguna vez... [ Seguir leyendo ]
Ningún servicio puede ser real, que no sea gratuito y realizado con
alegría. Piensa, alma mía, con qué franqueza y alegría de corazón
entró tu Jesús en su servicio, cuando clamó a la llamada del Padre:
¡He aquí! Vengo: me deleito en hacer tu voluntad, oh Dios mío; sí,
tu ley está en mis entrañas; fo... [ Seguir leyendo ]
Observe los motivos y los estímulos de este alegre servicio. Nuestro
Dios, es Dios; y sea un buen Dios; y él es nuestro Dios, como nuestro
Creador; y nosotros somos suyos, por derecho de creación, como ovejas
que tienen dueño. Y, siendo su propiedad, ¿no seremos nosotros a su
cuidado? ¡Sí, porque es... [ Seguir leyendo ]
Aquí se reitera la invitación, o más bien el mandato: seguramente
tal Dios, tal Creador; tal Redentor, bien puede exigir nuestra más
cálida alabanza. Por tanto, entremos en sus atrios; acerquémonos al
estrado de sus pies; que la alabanza, la acción de gracias y el gozo
sagrado llenen cada corazón, h... [ Seguir leyendo ]
¡Cuán deliciosamente se acerca este versículo a lo que sucedió
antes! ¿Por qué se otorgan tales bendiciones? bien podría
preguntarse: ¿Por qué nos hizo Jehová, y nos hizo nuevos, en Cristo
Jesús? ¿Por qué abrió sus atrios celestiales y nos invitó a
entrar? ¿Es porque el hombre es digno, fiel y justo... [ Seguir leyendo ]