Observe cuán bienaventurados son los efectos que siguen a la misericordia de Dios y el resplandor de su rostro sobre el alma. La iglesia de nuestro hermano mayor, el judío, está orando por la conversión de su hermana menor, la iglesia gentil, y desea que la salvación de Jesús sea tan universal como grandiosa. Y podemos suponer, con gran propiedad, que esto se dice, en parte a modo de oración y en parte a modo de profecía de lo que se cumplirá.

El Señor había dicho que en él, que es en Cristo, todas las familias de la tierra serían benditas. Y aquí la iglesia lo espera con ansias y anhela verlo cumplido. Génesis 12:3 .

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