CONTENIDO
Bajo varias similitudes muy llamativas, se señala la Persona de
Cristo y su obra redentora. Este Salmo es aún más notable porque el
mismo enemigo maldito, en sus tentaciones de Cristo, no dudó en no
citarlo, refiriéndose a Cristo.
Salmo 91:1
Me atrevo a creer que el Espíritu Santo no te... [ Seguir leyendo ]
¿No es éste el mismo lenguaje de Cristo al Padre, a quien miraba
constantemente, en y a través de toda su vasta empresa?... [ Seguir leyendo ]
Aquí viene la promesa y la respuesta al clamor de Jesús. Dios el
Padre se había comprometido a llevar a su Ungido con seguridad a
través de todas las dificultades y desalientos; y aquí están la
fuente particularizada de los casos eminentes de verdad y fidelidad
divinas.... [ Seguir leyendo ]
Todos estos son tantos ejemplos en los que la gracia distintiva
manifestará las promesas del pacto. Pero lo que pediría muy
particularmente al lector que me comentara, como se cumplió
eminentemente en la persona de Jesús, es la preservación de la
pestilencia de las tinieblas y la destrucción del med... [ Seguir leyendo ]
Aquí está la base de la confianza del creyente. Jesús, como Fianza
del pecador, hizo de Dios su esperanza y puso su salvación sobre él
y sus compromisos de pacto.... [ Seguir leyendo ]
Sin duda, debemos ser verdaderamente insensatos, si no vemos a Cristo
aquí, cuando el diablo mismo dudó en no reconocerlo. Vuélvete,
lector, al tema de la tentación de tu Redentor, y observa cómo
Cristo convirtió lo que Satanás quiso decir como la prueba de su fe
en la fuente misma de su acción de g... [ Seguir leyendo ]
Esta es una hermosa repetición de lo que se había dicho antes.
Jesús había dedicado todo su corazón y toda su alma al servicio de
Jehová, para la gloria de su Padre y el bienestar eterno de su
iglesia y pueblo: y Jehová había prometido que, cuando hubiera hecho
de su alma una ofrenda por el pecado,... [ Seguir leyendo ]
REFLEXIONES
¡Bendito Jesús! ¿Cuán dulce es para mi alma contemplar todas estas
misericordiosas promesas que Dios el Padre te ha hecho, y para la
seguridad de tu persona y obra, como la gran Cabeza de tu iglesia y
pueblo? En verdad se dijo de ti, santo Señor, que pusiste tu amor en
tu Padre. Porque... [ Seguir leyendo ]