Salmo 98:7-9

Aquí toda la creación inanimada es nuevamente llamada a unirse a la canción. Porque si los hombres callaran, las mismas piedras de la tierra clamarían. Y esta apelación a los cielos silenciosos y al mar ruidoso demuestra claramente que lo que comenté antes, con respecto a los instrumentos de cuerda, debe implicar algo más inteligente y superior. De hecho, como el cántico no es creación, sino redención; y como toda la creación gime y sufre dolores de parto a una como consecuencia de la caída; Se puede suponer que el recobro evoca todo lo que respira para alabar al Señor.

Romanos 8:22 . Pero, ¡qué dulce pensamiento! qué, un pensamiento vivificante, bendito, precioso, consolador, es el que cierra el Salmo; Jesús viene a juzgar la tierra. ¡Oh! Cuán deliciosa es la consideración de que por su justicia su pueblo lo espera. Vendrá, dice uno de los escritores sagrados, para ser admirado en sus santos, y para ser glorificado en todos los que creen.

Entonces, dice otro, en ese día se dirá: ¡He aquí! este es nuestro Dios, le hemos esperado y él nos salvará; este es el Señor; le hemos esperado: nos alegraremos y nos regocijaremos en su salvación. 2 Tesalonicenses 1:10 ; Isaías 25:9 .