"Y Jehová dijo a Satanás: Jehová te reprenda, oh Satanás; Jehová, que ha escogido a Jerusalén, te reprenda: ¿No es éste un tizón arrancado del fuego?"

¿Quién es el Portavoz aquí sino Cristo? Seguramente el que es llamado en el primer versículo el ángel del Señor, ante quien Josué estuvo de pie, es la misma persona que aquí se llama el Señor. Y así era, quien es el ángel del pacto. Y observe la gentileza de las expresiones. Satanás no solo es reprendido, sino también razonado. Jerusalén es la escogida del Señor. ¿Y no sabía el Señor lo que es Jerusalén y lo que sería? Además, saliendo del fuego, del humo y del horno, ¿podría aparecer de otra manera que como un tizón humeante, salvada por la gracia soberana?

¡Lector! No dejéis de observar de quién es la competencia reprender a Satanás y contrarrestar todas sus maquinaciones. Y no pase por alto también cómo el Señor Jesús se compromete incesantemente a hacerlo. Lo que, aunque Satanás está de pie día y noche para acusar, Jesús siempre está en el trono para justificar. Ninguna acusación de Satanás puede escapar a su conocimiento, o quedar sin respuesta por la defensa de Cristo. ¡Dulce pensamiento!

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